¿Qué es la logística inversa?

¿Qué es la logística inversa?

El sector de la logística ha crecido mucho en los últimos años, lo que ha llevado a que cada vez sea más necesario disponer de un buen sistema de transporte en una empresa. Sin embargo, no siempre los pedidos llegan a su destinatario o, en ocasiones, la persona rechaza el producto. Este proceso es conocido como logística inversa.

¿En qué consiste la logística inversa?

Tal y como su propio nombre indica, la logística inversa sería el control y la gestión del flujo de los materiales en un sentido opuesto al habitual. Es decir, es un proceso que se encarga de retornar los materiales que no son del agrado de los clientes. Así, este tipo de logística cubre la necesidad de devolución de los materiales hasta el punto de origen, donde se vuelve a aprovechar el producto para otro cliente o, si no se encuentra en las condiciones adecuadas, se destruye.

Si esta labor no se lleva a cabo de la forma correcta, no solo se estará cayendo en un problema con el consumidor, sino que también provocará un serio problema con el stock. Incluso podría conllevar un descuadre importante de los costes generales si este inconveniente se mantiene durante algún tiempo.

Las devoluciones en el comercio electrónico

Este problema supone un verdadero quebradero de cabeza para la mayoría de empresas. De hecho, España es uno de los países con una mayor tasa de devolución en compras online (sobre el 20 % durante todo el año y con picos de hasta el 50 % en fechas como el Black Friday o las Navidades). Por este motivo, muchas compañías se han puesto a trabajar para mejorar su sistema de logística inversa.

¿Cómo se gestionan las devoluciones en el comercio electrónico?

Para realizar esta tarea de forma efectiva, hay que saber dónde y cómo pueden efectuar los clientes la devolución de los productos, ya que esto llevará a una minimización de los costes.

Por ejemplo, se puede optar por tener a un equipo humano que vaya a los domicilios para recoger los pedidos. Otra alternativa es buscar acuerdos comerciales con diversos establecimientos para que los clientes dejen allí sus productos y la empresa posteriormente los recoja. Después, solo hay que llevar el ítem hasta las instalaciones y comprobar su estado para ver si se puede volver a vender.

Al mismo tiempo, habría que buscar un método de compensación para los usuarios: un reembolso del dinero que pagó por el artículo, vales para volver a hacer una compra en la empresa, descuentos especiales en otros productos, etc.

En resumen, todo el proceso de logística inversa debe estar perfectamente controlado para que un alto volumen de devoluciones no produzca desajustes de stock ni descuadres económicos.

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