El trincaje consiste en la acción de sujetar e inmovilizar todo tipo de mercancías, como pallets o contenedores, usando materiales y sistemas de sujeción en el transporte marítimo de mercancías.
Se realiza para prevenir y evitar posibles daños a la mercancía por desplazamientos del contenido o vehículo, rozaduras, golpes y demás inconvenientes. El trincaje también mejora la seguridad vial, puesto que si la mercancía está mal colocada, puede haber accidentes de riesgo para las personas y el medioambiente.
Hay que tener en cuenta que si se coloca mal, la mercancía corre un gran riesgo de golpearse o desplazarse y producir daños en los bienes e incluso a las personas. El riesgo es mayor cuanto más largo sea el trayecto. Por eso, hay que analizarlo bien todo para hacer el perfecto trincaje.
Cómo hacer un buen trincaje
Para poder hacer correctamente el trincaje y que sea efectivo, se requiere hacer un estudio de la carga a inmovilizar. Los encargados de estas funciones deben conocer correctamente el tipo de mercancía, las características del transporte marítimo, dónde se va a inmovilizar la mercancía y la normativa aplicada a esta operación.
Estudiarán varios aspectos de la carga relevantes, y que conocen por su profesión, para determinar el tipo de sujeción al que recurrir para inmovilizar la mercancía con eficacia.
Los tipos de trincaje existentes:
- Soluciones a medida para mercancías específicas.
- Flejes.
- Cintas tejidas de poliéster.
- Airbags. Se colocan entre las mercancías para evitar que se muevan rellenando huecos.
- Cantoneras de protección.
- Papel antideslizante.
Consideraciones importantes
Debido a que la mala configuración de trincaje puede crear riesgos e incluso pérdidas económicas, es necesario revisar los trincajes de forma interna y externa para asegurar que después ningún elemento necesite reparación. Los problemas más frecuentes se suelen relacionar con puertas oxidadas o agujeros.
Para preparar bien los contenedores marítimos, hay que planificar el día y la hora para que el contenedor esté listo para ese momento, así como la mercancía a cargar. La operación debería llevar un máximo de 2 horas desde la llegada del transportista. Más tiempo supone una pérdida de dinero.
También se debe distribuir el peso de forma uniforme en el contenedor, con material de relleno si es necesario en caso de que queden espacios vacíos en el contenedor. Si el peso no está bien distribuido, puede ser peligroso. La carga máxima de un contenedor va de los 24 a los 30 000 kilos.
Por otro lado, es necesario usar una estiba apropiada y embalar bien el contenedor. Este tipo de transporte puede llevar mucho tiempo, por lo que hay más riesgos de desperfectos. Por eso es tan importante la estriba.
Después de descargar la carga en el destino, se debe hacer otro control, revisando principalmente las puertas, su cierre, que todo esté sujeto y la tensión del contenedor en el trincaje para la carga máxima.
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